Qué mejor entrada para volver que otra vez el cumpleaños de Mariona. Han pasado tres largos años de cosas para recordar, alguna para no olvidar, y otras para patada que de buena gana sería literal, y a otra cosa.
Bueno y cómo veis el cambio de pastel con muñequitos a laca de uñas y vale para ir de compras. Es lo que pasa en tres años, la niña se nos ha hecho grande y lo que queda.
Y mientras buscábamos ropa que mola y fosforece nos dijo que somos los padres más modernos que conoce "y eso que no los más jóvenes" comentario en general que lejos de gustarme me situó de golpe en mis 40 a los que me estaba costando llegar, mentalmente me refiero.
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