A petición de Esther este Domingo hemos hecho taller de cocina en casa de mi madre. Rosquillas de Barbolla.
La liamos parda pero han quedado buenísimas.
Nos fuimos y dejamos la casa como si hubiera pasado la marabunta.
El taller de cocina se amplió espontáneamente a taller de punto a petición de Toni y taller de dibujo, pintura y decoración de rosquillas.
Encima de la mesa había una amalgama de cosas. Lana. Tazas de Te. Galletas. Molienda de sacapuntas. Palomitas "salidulces". Folios. Lápices de colores.
Y la mesa de la cocina no volverá a ser la misma.
Pero valió la pena, lo repetiremos. Se admiten más peticiones, mientras limpie otro.
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